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lunes, 25 de noviembre de 2013

Celos, malditos celos... (lectura no apta para cabrones)

#ConArjonaAprendí que los celos son mitad falta de sesos y mitad inseguridad… y algo de razón tiene el poeta guatemalteco.

Perdónenme lo cursi del comienzo del post, pero es que no encontré un mejor ejemplo que poner. ¡Es cursi, pero muy cierto!

Y como de los celos hemos leído muchas cosas, opinado otras tantas y sufrido muchas más, quise darte unos simples pero efectivos consejos para librarte de ese nefasto e incómodo sentimiento… ¡Los malditos celos!


Una persona celosa es un enfermo crónico y un manipulador de primera categoría. Se los dice quien fuera, hace algún tiempito atrás, un celópata, cuaimo-stalker, vigilante y escudriñador de los objetos, correo, redes sociales, teléfono celular y la agenda personal de su pareja; pero también tuve mi propia cuaima personal, no una, sino ¡VARIAS VECES! Por lo que también sé lo que sufre la pareja de un celoso. Y es que entre el celoso y el celado existe una bizarra simbiosis de interdependencia/manipulación/masoquismo muchas veces inexplicable.

Sólo quien ha sido un celoso enfermizo y se curó, puede hablar con propiedad de este mortal virus. Así que si tu pareja te asfixia con sus agobiantes escenas de celos o eres de esos celosos controladores y manipuladores que cree que todos se burlan de ti y fornican a tus espaldas, busca papel y lápiz para que tomes nota de estos tips que cariñosamente compartiré contigo para que de una vez por todas se te quite la estupidez de los celos:
  • No dependas sentimentalmente de tu pareja. Entiende que viniste a este mundo SOLO, y no necesitas de la compañía de nadie para ser plenamente feliz (consejo no válido para personas con hermanos gemelos). Si te pega cachos o te quiere dejar, ¡Que se vaya pa’ la mierda! ¡Supéralo!
  • Maneja tu ira. Si te entra esa arrechera incontrolable durante la cual te provoca romperle el iPad a tu pareja porque lo viste chateando con alguien de quien tienes “dudas”, respira profundo, cuenta hasta 1000 ¡y no rompas el iPad! Mata a tu pareja si te da la gana, pero no rompas ese valioso juguete. ¿Qué culpa tienen las cosas materiales de tu baja autoestima o de lo sinvergüenza que es tu pareja?
  • Instrúyete sexualmente. Probablemente seas mal polvo. ¡Así como lo lees! Y si eso es lo que hace que tu pareja vea pa’ los lados en busca de “carne fresca”, llegó el momento de que te conviertas en todo un gurú del Kama-Sutra y le demuestres que tú y sólo tú le puedes pasar la lengua por lugares que hasta a las amantes les daría asco.
  • Mejora tu aspecto. Cambia de ropa, de corte de cabello, haz deporte y quítate unos kilos de encima. Herbalife es una excelente opción para deshacerte de ese “exceso de belleza”, y lo mejor de todo: ¡Yo mismo te lo puedo vender! (cuando termines de leer este post, contáctame). #Publicidad
  • Compenétrate más con tu pareja. Hagan más actividades juntos. Hablen a calzon quitao’. Generalmente el quedarse callado y guardarse las cosas es el escenario perfecto para que aparezca un maldito tercero en la relación.
  • Respeta el espacio de tu pareja. ¡No la ahogues! ¡Confía! Deja de lado ese complejo de “perro e’ quinta” y deja que tu pareja realice actividades con otras personas distintas a ti. Un poco de libertad no mata a nadie. ¡Pero cuidado! Si ya tu pareja tiene antecedentes de infiel, ¡No seas cabrón! ¡Déjala pa’l coño y no te gastes en celar a una zorra!
  • Incluye a tu pareja en tu círculo de amigos. Si tu novio es un celópata de mierda, con más razón debes incluirlo. Déjalo que vea que lo escogiste a él porque todos tus amigos son gays o chavistas… o porque no te quedó más remedio. Si eso no es suficiente para que él deje de celarte de tus amigos, acudan a terapia… o sepárense. ¡Ese bicho no tiene cura! (¡y escoge mejor tú, la próxima vez!).
  • Intégrate con los amigos de tu pareja. Para dejar de pensar que tu pareja folla como conejo con todas sus amigas o hermanas de sus amigos, lo mejor es conocerlos. ¡Intégrate! Pero hazlo sutilmente. No quedes como una maldita cuaima cuida machete. Lo mejor es poco a poco ir conociendo a los amigos de tu pareja y compartir en salidas y reuniones. Es una manera muy baja de marcar territorio, lo sé, pero es muy sutil y da resultados. ¡Yo que te lo digo!
  • Corta el cordón umbilical. No necesitas a tu pareja para hacer TODO juntos. Eres IN-DE-PEN-DIEN-TE. ¿Qué parte de “qué ladilla hacer SIEMPRE TODO con tu pareja” no has entendido? Nadie es imprescindible, y menos tú ¡RECUÉRDALO!
  • Evalúate. Probablemente hay ciertos aspectos de tu persona que te acomplejan. Tú y sólo tú los conoces. Tú y sólo tú los puedes cambiar. ¿Eres feo? Desarrolla tu personalidad y tu buen sentido del humor. ¿Eres gordo? ¡Toma Herbalife! (otra vez #Publicidad) ¿Eres amargado? Sonríele a la vida. ¿Eres un pela bola? Haz algo para tener un ingreso extra. Probablemente tus frustraciones te hacen aferrarte a tu pareja, celándola, pensando que no podrás conseguir otra nunca más… Pero si no cambias tu actitud, tu actual pareja o todas las que vengan SE LADILLARÁN DE TI. 
  • No alimentes los celos del celoso. No guardes fotos, regalos, peluches, recuerdos, carticas o bolsitas de caramelos que te hayan regalados tus ex. ¡Vamos! ¿Eso para qué sirve? ¡Eso es basura! Bota esas ridiculeces y no alimentes la arrechera de tu celópata pareja. Tampoco estés mandándote mensajitos o chateando por Facebook con ningún ex. Entiende algo: Con los ex no se habla, no se trata, y por sobre todo: ¡NO SE VUELVE A FOLLAR!
  • Ten una mascota. Si quieres total fidelidad, que se vuelvan locos de la emoción cuando llegues a tu casa, y que no se quejen de ti si no quieres salir, si no cocinas o si te tiras peos, lo mejor que puedes hacer es COMPRARTE UN PERRO. No te compres un gato, porque cuando el gato te ignore y te busque sólo para que lo alimentes o le saques la mierda de su caja de arena, recordarás lo falsa que puede llegar a ser una relación de pareja y te sentirás peor.
  • Cómprate una muñeca inflable. Es maravillosa la experiencia. No se queja de que tú o ella estén gordos, no es puta (a menos que se la prestes a tus amigos), no necesita bañarse todos los días y tampoco se quejará de ti si no lo haces; no chatea, no llama a nadie, no tiene amigas y no sale con nadie. Si eres un celópata, ¡esto es lo que tú necesitas! (En el caso de las chicas celóptas/cuaimas, ya saben: Cómprense un buen vibrador… ¡y bórralo!)
  • Nunca escuches vallenato ni bachata. Si quieres curarte de los celos, no debes escuchar esos géneros musicales. Porque, vamos, no hay que ser un genio para saber que esa música es hecha por y para cabrones. Basta que escuches 1 minuto de cualquier canción de esos géneros musicales para que quieras cortarte las venas con una cucharilla plástica mientras piensas que tu pareja tiene a otro.
  • Búscate una novia fea, gorda, y/o parapléjica. Así no tendrás ataques de celos, pues, ¿quién demonios va a querer soplarte el bisteck? ¡Nunca más sufrirás de celos! ¿No querías dependencia? ¡Ahí la tienes, pues!
  • Únete a una comunidad Swinger. ¿Qué mas liberal que un Swinger? Tratando con estas personas y su particular manera de pensar podrás entender de cerca que existe algo que es diametralmente opuesto a tus celos: La infidelidad supervisada o el cabronismo con paciencia… y ambas le proporcionan felicidad a los swingers. ¡Tú escoges cual quieres para ti!
  • Mira fíjamente a tu celosa pareja a los ojos y dile esto, sin que se te quiebre la voz: “Anda a manipular al coño e’ tu madre”. ¿Necesita explicación?


Ser celoso es cargar una pesada cruz a cuestas que no te lleva a nada bueno. Porque te arreches o no, investigues o no, prohíbas o no, stalkees o no, si te quieren montar los cuernos, ¡TE LOS VAN A MONTAR! ¡Puta es puta, compadre! (aplica también para los hombres, por lo que mis queridas lectoras pueden usar aquí el adjetivo que deseen para sus infieles compañeros). Así que lo mejor es mandar a todo el mundo al demonio, ser más cauteloso la próxima vez que desees “enamorarte”, o simplemente, ¡no te enamores! Vive la vida, sé feliz ¡y disfruta!

Cuando establezcas una relación de pareja, no exijas mucho de lo que no estés dispuesto a dar, pero tampoco entregues más de lo que te dan. Las relaciones de pareja, nos guste o no, funcionan así. Es un delicado juego de equilibrios, donde lo más importante es la armonía y la tranquilidad. Además que eso de celar es un desgaste terrible de energía y pensamientos que puedes utilizar para cualquier otra vaina, así sea para ver porno en Internet.

¿Y los celos se pueden curar? ¡Claro que si! Cuando empiezas a subir tu autoestima, a pensar más en ti, a valorarte más como persona y a entender que “eso no es jabón que se gasta”… porque todos sabemos: “Lo que arrecha de los cachos es la jodedera”, el famoso “qué dirán”.

Yo en lo personal puedo decir que cuando empezó a importarme una mierda todo el mundo, fue que realmente me curé. Cuando empecé a preocuparme más por mis cosas, que las de mi pareja, entendí que es hasta normal que te monten unos cachos, lo que no es normal es que lo aceptes y continúes una relación asi, y mucho menos que sufras y mueras por ello. No serás el primero ni el último en este mundo al cual le sean infiel. ¡Y vamos! ¡Tú tampoco eres un santo! ¿O no te sientes capaz de conseguirte una pareja mejor, o simplemente vivir sólo y feliz?


Repite conmigo estos mantras, y verás que poco a poco dejarás de ser un celoso ridículo:

“No me importa si me montan cachos. Yo soy mejor persona que [inserte aquí el nombre de el/la hija de puta come muslo] y valgo más que [inserte aquí el nombre de el/la maldita que te engaña]”.

“¡No soy mala cama! ¡No soy mala cama! ¡No soy mala cama!” (este mantra se recomienda decirlo después que te hayas leído el Kama-Sutra, ¿recuerdas?)

“Billete mata galán, pero galán con billete mata todo” (asegúrate de ganar bastante plata, ser bien parecido o por lo menos papiao’; porque si eres feo y limpio, este mantra pierde toda su energía)

“¡El tamaño NO IMPORTA!” (este mantra es especialmente poderoso para los celosos con el pipí chiquito)

“El que coje feas, coje más” (mantra que te hará entender que de nada sirve estar celando y acosando siempre a una misma persona… ¡en la variedad está el gusto!)

Espero que luego de la lectura de estas líneas, tengas el panorama un poquito más claro: El que cela es un IMBÉCIL INSEGURO. Y el que da motivos para celar ES UN IMBÉCIL EGOCÉNTRICO. Razones por las cuales queda más que demostrado que celar a cualquier cabeza de machete NO VALE LA PENA. 

¡Cúrate!

Yo ya no soy celoso, ¿y tú?

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